jueves, 30 de julio de 2009

El motivo del apodo de Torobufador

- ¡Pecorilla, ven inmdiatamente a mi despacho!
- No me da la gana.
- ¡He dicho que vengas!
- Usted no ha dicho nada.
- ¡Si que lo he dicho!
- No, usted lo ha gritado.
- Que vengas ahora mismo o te...
- ¿O me despides?
- BUFF BUUUF
- Hu yu yu yu yuy, menudo miedo.
- No te me hagas burla.
- Se la está haciendo usted mismo.
- ¡BUFFF BUFFF! ¿Cómo dices?
- Que amenazar a alguien con despedirle cuando viene de recoger el cheque de su finiquito desde recursos humanos es del género tonto.
- ¿Me estás llamando tonto?
- Sólo he ello una observación genérica.
- No, has dicho que yo pertenezco al género tonto.
- Usted que se da por aludido, todo el mundo sabe que usted es del género bovino.
- ¿Como que del género bovino?
- Pues eso mismo, entre que es usted se cabrea continuamente, nos mira y resopla como un toto a punto de embestir cuando está cabreado, que es casi siempre. Grita, resopla de nuevo, se pone nervioso y se agarra a su mesa o a cualquier otra cosa porque no sabe que hacer con sus manos.
- ¡BFFFFUU!, ¡BFFFUU!
- Y además luce una cornamenta resplandeciente.
- ¡BFFFFUU!, ¡BFFFUU!
- Como ya tengo lo que he venido a buscar me marcho, que ya me he despedido de todo el mundo.


Adios.

Y tras esto salí de las oficinas de SlaverCorp por última vez. Un nuevo mundo de oportunidades se abría a mi paso. ¿Que cosas maravillosas me habré perdido tras doce años de esclavitud en la Compañía?

1 comentario:

A las pecorillas nos gustan los cotilleos y la polémica, así que nútreme con tu opinión.