martes, 19 de mayo de 2009

Anita Cara de Culo

Meterme con Anita Cara de Culo fue mi más divertido pasatiempo durante casi diez años, desde primero de párvulos hasta octavo de EGB.

Cara de CuloLe llamábamos Cara de Culo porque "alguien"  (silbido y actitud de pasar desapercibida) le puso una zancadilla y al caer se hizo una brecha vertical en la barbilla y en la frente cuando tenía cinco años que le dejaba la cara partida en dos mitades. La cicatriz parecía una rabadilla y le decíamos que en lugar de cara tenía un culo y en lugar de hablar cagaba por la boca.

En la portada de su cuaderno de lengua escribía "Cuaderno de Lengua", cuando eso es una redundancia, porque ya es un cuaderno. Es como si el título del libro de matemáticas fuera "Libro de texto de matemáticas para cuarto curso de EGB", cuando con que ponga "Matemáticas, 4º de EGB"  es suficiente, y de hecho es lo que ponía.

En el cuaderno de ciencias sociales ponía "Cuaderno de Ciencias Sociales" y su cuaderno de inglés ponía "Cuaderno de Inglés". Menuda repipi, con su caligrafía elaborada y meticulosa que parecía letra de abuela de las de antes.

Una repipi redundante que me parecía repelente al cuadrado. Además en quinto curso nos sentaron juntas. A mi me angustiaba estar junto a tan patético espécimen y así se lo hacía saber continuamente. Para que no me relacionaran con ella tuve que recrudecer mi campaña de acoso y degradación, que se reforzó con un concurso de tirarle piedras en el parque.

La verdad es que Anita Cara de Culo me tiene que odiar si es que no se ha muerto ya, estaba continuamente haciéndole llorar.

¿Por qué cuento ahora esta historia? Porque el ayer volvía de casa de mi madre y decidí pasar por el supermercado que está cerca de su casa para comprar algunas cosas porque no me da tiempo a hacer la compra en mi barrio.

- Vaya vaya, Anita Cara de Culo, menuda sorpresa - le espeté. Se giró asustada y cuando nuestras miradas se encontraron me examinó de arriba abajo quedándose sin habla.
- ¿Pecorilla Descastada? - preguntó lívida.
- La misma que viste y calza - respondí con resolución. - ¿Que tal te va la vida? Veo que ya no tienes Cara de Culo. - Y es cierto, la cicatriz es casi invisible y me ha costado encontrarla.
- Bien desde que no tengo que tratar contigo - me contestó con ganas de zanjar la conversación. - No sólo he me has humillado durante 10 años sino que además de hacerme la cicatriz que me daba el apodo me causaste un trastorno depresivo por el cual casi me suicido.
- Bueno, afortunadamente para ti no te has suicidado.
- Veo que no has cambiado ni un poco. Parece que te sigue gustando martirizar a la gente - me dice con desprecio.
- Si que he cambiado. Ahora no martirizo a nadie. Me limito a golpear una sola vez y que esa vez sea suficiente para que se sometan a mi voluntad o se retiren de mi camino y no se atrevan a plantarme cara. Volviendo al tema inicial, ¿qué tal te va la vida ahora, sin comparar cuando yo te la hacía imposible? - El hombre que la acompañaba sujetando el carro, quien en ese momento suponía que era su novio no se podía creer la conversación que estábamos teniendo en el supermercado.
- He estado trabajando como auxiliar administrativo en una empresa de material de construcción que ha quebrado el año pasado y me queda un mes para que se me termine el paro.
- ¿Y antes de eso?
- Pues una larga experiencia en trabajos basura, encuestas telefónicas, teleoperadora y mierdas varias.
- Te voy a dar mi dirección de correo - saco un bolígrafo y la libreta. - Siempre estoy conspirando para que echen a alguien a la calle, así que puede que haya alguna vacante pronto que puedas ocupar.
- Pero yo no quiero trabajar cerca de ti, ni respirar el mismo aire que tu respiras, ni mucho menos deberte un favor - responde a la defensiva.
- Pufff, Cara de Culo, que poco me conoces. Parece mentira que a estas alturas no sepas que yo no hago favores. Si te ayudo es porque me da la gana, - contesto tajante. Además no soy yo quien decide quien entra y quien sale y no tengo ganas de que estés trabajando en mi departamento, no sea que nos vuelvan a sentar juntas.
- Ya pero...
- Ni pero ni pera - le interrumpo. Tú lo que quieres es tener un empleo estable con un sueldo digno, tener un techo sobre tu cabeza, comer tres veces al día y tener un mes de vacaciones - le suelto de corrido - que es lo que queremos todos.
- Si ya, aunque...
- Aunque nada. Tu me mandas el currículum y ahora me das tu número de teléfono y quedamos mañana para comer. Además siempre has tenido en el colegio muy buenas notas y me daban mucha envidia tus cuadernos. - Totalmente cierto. Muy repipi pero con una caligrafía envidiable. Mis cuadernos pasados a limpio palidecían ante los suyos en sucio. Palabra.

En fin, que tras un rato de charla he conseguido que nos intercambiáramos los números de teléfono y le he arrancado mañana una invitación a comer, en un lugar público, claro. No creo que se atreva a estar a solas conmigo en ningún lugar donde nadie pueda vernos.

Y el panoli ojiplático que ha resultado ser su novio ni siquiera ha arqueado la ceja en ningún momento. Vivir para ver, ella igual de sumisa que siempre y su novio más.

Ahora tengo que aclarar que si he quedado con ella no es para hacerle daño, si no esta entrada tendría las etiquetas "Golpeando donde duele" y "Jugando a dos bandas" y no las tiene.

Debo aclarar que mi relación con Anita Cara de Culo no refleja como eran mis relaciones normales con el resto de niños del colegio. Es cierto que yo era una matona, pero también es cierto que solo me he portado así de mal con ella, y encima la pobre además de ser fea y repipi no se metían con nadie ni se portaba mal.

¿Me siento culpable de haber tratado tan mal a Anita? Si pero no. Es decir, ahora no trataría así de mal a nadie. Ni siquiera la odiaba. El primer día si que me metí con ella porque estaba enfadada con ella. El resto de días fue por inercia. Ya no hago esas cosas por inercia. Es todo premeditado con la intención de conseguir unos objetivos.

Os dejo, que tengo que escribir unos correos para ver si se producen algunas vacantes que pueda aprovechar para que la Cara de Culo consiga trabajo.

Bueno,os tengo que dejar por ahora, tengo mucho trabajo que preparar y hoy he quedado para comer.

Sed buenos y discretos, no sea que os convirtáis en un objetivo de la Pecorilla Descastada. :-)

(La imagen de cara de culo no recuerdo de donde la he robado, pero está en muchas páginas de Internet. La he cogido porque refleja muy bien el aspecto de la pobre Anita cuando íbamos al colegio)

4 comentarios:

  1. Yo lo que me pregunto es si te dará las gracias en caso de que finalmente la ayudes y le consigas un buen trabajo, sería una situación digna de reirte en toda su cara.

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  2. No creo que ésa sea la intención de Pecorilla...

    Es curiosa la evolución de los matones de colegio... Yo no era un matón, pero tampoco una de sus presas. Aún así, entonces no entendía su afán de hacer el mal. Ahora, comprendo que su única intención era la de marcar territorio y hacer demostraciones de fuerza. ¿Quién lo pagaba? Como es normal en la naturaleza, las presas eran los individuos más débiles. Y entiendo que sus acciones no las provocaba el odio hacia esas personas, sino que eran sus instrumentos de dominación.
    Actualmente trabajo con uno de los que entonces eran los matones. Y tengo que decir, que en el fondo es una persona muy noble, que sólo despliega su fuerza cuando algo es injusto y cuando alguien lo merece. Por otro lado, si consigues su respeto, será el mejor amigo que puedas tener...
    Me repito: curiosa la evolución de los matones...Un saludo, pedazo de pécora!!

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  3. @Raskolnikov: Mi intención no es reírme de nadie, trabajo en la puñetera jungla y yo soy la reina, porque soy la única que tiene asumido que es una jungla a la que se va a matar o a morir.

    @ZonZo: Efectivamente ya no voy a por los débiles. Solo observo, observo, y cuando alguien se pone la soga al cuello le abro la trampilla.

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  4. Suele pasar, en el colegio veia lo mismo pero cuando la agarraban conmigo no quedaban muy bien parados, me enojaba facilmente y combos y patadas iban y venían, cosa que no se ve mucho en mujeres, ellas se hieren mas sicologicamente que fisicamente.

    Ahora, por lo que veo, siempre hay una mierda de persona en el curso, que son aquellos "matones". No sé como gozan viendo sufrir a los demás. En mi opinión creo que es el reflejo de una mala educación en el hogar.

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