jueves, 14 de mayo de 2009

Odio madrugar

De nuestro querido Diccionario de la Real Academia Española

madrugar.

(Del ant. madurgar, y este del lat. *maturicāre, der. de maturāre, apresurarse).

1. intr. Levantarse al amanecer o muy temprano.

2. intr. Aparecer muy pronto. El premio gordo madrugó este año.

3. intr. Ganar tiempo en una solicitud o empresa.

4. intr. coloq. Anticiparse a la acción de un rival o de un competidor.

5 intr. (defeinicion de la Pecorilla descastada): Invento de una mente perturbada para hacer daño a las personas obligándoles a levantarse antes de que amanezca y antes de que esas personas hayan tenido horas suficientes de descanso solo para fastidiarles.


Madrugar es algo repugnante y vomitivo. Vomitar, eso si que es una buena afición y muy sana. Te purga por dentro, aunque te deja perdida por fuera. Anoche tuve ocasión de practicarla mucho después de la gran cantidad de copas que te tome celebrando el cumpleaños de una amiga.

La cabeza me da vueltas y  odio a cuantos me rodean, y a algunos que no están presentes también, empezando por el que inventó la palabra madrugar. Madrugar no es sano y es antinatural. Levantarse tan temprano para coger el autobús, para después empalmar con otro autobús para llegar a trabajar y que la recompensa a tanto esfuerzo sea trabajo por hacer y que el trabajo que ya han hecho los demás estñe mal y haya que repetirlo hace que lo odie más. Con lo fácil que sería que llegara cuatro horas después y ya lo hubieran repetido...

Dentro de tres o cuatro horas dejaré de odiar a mucha gente, cuando se me pasee el habitual cabreo mañanero a causa de madrugar y la resaca que llevo encima. ¿Quien me mandaría haber bebido tanto?

Voy a llamar al taller para ver si la me han pintado el parachoques y no les tengo que echar la bronca, aunque eso será malo para el becario que tengo asignado, ya que yo tengo que manifestar la cantidad diaria de cabreo con alguien y aunque el muchacho trabaje bien no puedo gritar a los comerciales o a los ejecutivos.

Menos mal que mañana es fiesta y podré recuperar horas perdidas de sueño.

Os odio a todos.

2 comentarios:

  1. Madrugar no nos gusta a nadie. Y trabajar supongo que tampoco gusta, pero ir a clase a estudiar tampoco agrada mucho que digamos. A las primeras horas sientes sueño, se te cierran los ojos involuntariamente, en fin, un verdadero desastre.
    Yo muchas veces me he hecho la pregunta de ¿Por qué no ponen las clases a partir de las 12 y media de la tarde? o esta otra ¿Por qué no dar las clases desde el ordenador de casa e ir un dia a la 1 para examinarnos? Pues no le encuentro respuesta a ninguna de ellas, supongo que será por la sencilla razón que dicen que cuanto más temprano más se rinde. Pues se equivocan, a las 8 de la mañana, con sueño, y los ojos cerrandose no se rinde ni la mitad que a partir de las 11 y media de la mañana o incluso las 12.

    Respecto al término vomitar... es una cosa que no me gusta, ni la palabra, ni el significado, ni lo que se siente al hacerlo. Al vomitar me duele mucho la parte del pecho y las costillas, me quedo sin aire, y tengo continuos mareos.

    Espero que tengan tu coche arregladito ya :P

    Besitos de un hada azul.

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  2. En tu caso es distinto. A clase vas a aprender, y aprendes o consolidas conocimiento aunque no te des cuenta.

    Cuando tienes una reseca como la que llevaba esta mañana créeme que madrugar es lo peor del mundo.

    Vomitar lo suelo emplear como metáfora para manifestar mi desagrado. Realmente vomitar es desagradable, visceral y asqueroso, aunque hoy vomitar ha sido purificante, reparador e higiénico (excepto por las pared del portal, que la he puesto perdida).

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A las pecorillas nos gustan los cotilleos y la polémica, así que nútreme con tu opinión.